A pasado mucho tiempo, lo sé, aunque hoy duele como si fuese ayer. Me niego a echarte de menos, no quiero darme cuenta de que me haces falta. Joder, faltas.

Falta.. me falta poco para perder la cordura, no dejas de meterte en mi cabeza, de dar vueltas como ruedas de esas afiladas por el borde con dientes que muerden y se enganchan. Te enganchas y dueles.

No se como aislarme de ti, como deshacer los nudos que custodias en mi mundo, si, como aquello de la princesa en la torre y bla bla bla. No puedo salir de ahí, no puedo deshacer los nudos que creaste, no se como los hiciste y te aseguro que no se pueden cortar y es una putada porque esas partes de mi historia, sin ti, no tienen sentido y contigo, tampoco pero quiero creer que si.

Y así es como una persona obsesionada con algo transmite su inconformidad con el mundo que la rodea y ya, todo lo que le queda... es echar de menos.

Háblale bajito a mi mente que no se entere que estás presente,

Miéntele a la gente, niega, huye, desenreda..

Nunca olvides quien te espera tras tu barrera

 aunque ya nada valga la pena, háblale, vuela.