He abierto la ventana para sentir el frío que devuelve el otoño a la ciudad,
ese que aire que regresa para rozarme la mejilla otro año más,
diciendome:
-He vuelto.
Y así volví a amar,
como ese sutil golpe de viento,
en un momento.
Ya nada fue igual.
Ni yo, ni el tiempo.
En un momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario