Y no estoy... y no estás
Sabía que esto no iba a ir bien, aunque aun no a terminado, ni siquiera se como a empezado.Es mi único laberinto sin salida, mi habitáculo sin ventanas, como una de esas discotecas sin salida de emergencias en las cuales la gente siempre pasa por encima de ti, es doloroso y no puedes huir.
Estás e intento hacer que no estés, pero no hay remedios que puedan quitarme los "peros" cuando hablo de ti, cuando la noche cae y no me veo ni los pies y aun teniéndote delante soy incapaz de respirarte cerca, porque sigue doliendo. Los recuerdos nos hacen presos de nuestros propios miedos, nos desgarran la piel, nos queman por dentro... hay que saber dejarlos ir.
Yo ya no estoy y tú, tampoco.
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