Hoy es uno de esos días en los que la mayoría de las cosas me importan de una manera más amplificada de lo que acostumbra a importar.
Siento que todo me queda grande, que nada es lo suficientemente bueno.
Eso es, nada es suficiente.
Por más que me empeño en llevar una vida simple, siempre es igual, la complico, se complica, la complican.
Tener un día fabuloso y acabar viendo películas de drama amoroso. De verdad, ¿en eso van a consistir mis días? ¿Cuando he dejado que ésto, sea lo que sea, me vuelva idiota?
Cuando nada es suficiente, reconozco, que quizás no sea de hierro y necesite un mínimo, ése mínimo que me ayude a no quedarme en nada.
Por favor.
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