A cubierto

Mierda.
No puedo moverme, llueven dudas y no quiero que me roce ninguna. Duelen.

¿Quién dijo eso de que, "el que no arriesga no gana"?

¡Menudo idiota! Todo el mundo sabe que arriesgar, la mayoría de las veces significa perder.
Vale, puede ser emocionante eso de estar en la cuerda floja manteniendo el equilibrio y que alguien se suba contigo en ella y haga subir la adrenalina, tambalear hasta el último órgano de tu cuerpo y después bajarse sin dejarte caer. Dejándolo todo en su sitio.
Pero ojo, también puede bajarse y hacerte caer.

Si, ¿y si pierdes qué? Pon la cara que el suelo va en camino...

Se me está pegando la cobardía.

Pongàmonos a cubierto.