No puedo dejarlo correr, ni siquiera alejarse un milímetro más de mi de lo que ya está.
Yo quiero dejarlo estar, aquí, conmigo.
Y me da igual lo que grite el mundo, él siempre es música para mis oídos.
Quiero poder llevar bien ésto de sentir.
Hace mucho que eso no iba conmigo ni con nadie que me conociese lo suficiente como para saber, que a la mañana siguiente no me encontraría al otro lado de la cama. Que yo huía de los golpes antes de que me los dieran.
Que la vida ha sido muy puta conmigo y ahora la puta era yo con ella.
Pero con él, no.
Ahora, le río las gracias a la vida y le pido tregua en las trincheras al destino, que hagamos el amor y que parezca la guerra.
Esife
No hay comentarios:
Publicar un comentario